Desde los tiempos de Moisés, el canto tuvo especial importancia en la vida religiosa del pueblo de Israel. Cuando el pueblo atravesó el Mar Rojo, celebró cantando la victoria del Señor sobre el Faraón (Ex 15,1-18). Luego, muchos profetas y reyes, recurrieron al canto como una forma de oración, tanto para agradecer como para pedir y expresar la pena y la miseria ocasionada por sus faltas. Sin ir más lejos, existen algunos libros de que se componen únicamente de canciones y otros que las incluyen, siendo el libro de los Salmos el más importante. Si nos trasladamos al Nuevo Testamento, los ángeles entonaron himnos de alabanza en honor a Cristo recién nacido (Lc 2,13-14), y Jesús, antes de su pasión, entonó como cada Pascua el Salmo 115 (Mc 14,26), dando nueva fuerza al significado de las palabras.
La Iglesia ha mantenido en el transcurso de la historia una fuerte tradición musical, poniendo el canto como un elemento necesario dentro de la Liturgia y la vida cristiana (Catecismo de la Iglesia Católica,1156). Es por eso que nace el Coro Litúrgico de la Parroquia Santa María Madre de la Iglesia, para formar parte de la Liturgia de manera integral, representar y hacer partícipe a toda la asamblea (niños, jóvenes y adultos) del sacrificio Santo de la Eucaristía, lograr una mayor acogida como comunidad mediante cantos que estén de acuerdo a los requerimientos de la Iglesia actual y fomentar la catequesis, haciendo énfasis en la particularidad de cada celebración y Tiempo Litúrgico.
Este Apostolado es una forma de hacer vida lo que dice Jesucristo en la Parábola de los Talentos (Mt 25,14-30), y que, poniendo al servicio de Dios nuestros dones podamos multiplicar los frutos en el trabajo por el Reino de Dios.
La Iglesia ha mantenido en el transcurso de la historia una fuerte tradición musical, poniendo el canto como un elemento necesario dentro de la Liturgia y la vida cristiana (Catecismo de la Iglesia Católica,1156). Es por eso que nace el Coro Litúrgico de la Parroquia Santa María Madre de la Iglesia, para formar parte de la Liturgia de manera integral, representar y hacer partícipe a toda la asamblea (niños, jóvenes y adultos) del sacrificio Santo de la Eucaristía, lograr una mayor acogida como comunidad mediante cantos que estén de acuerdo a los requerimientos de la Iglesia actual y fomentar la catequesis, haciendo énfasis en la particularidad de cada celebración y Tiempo Litúrgico.
Este Apostolado es una forma de hacer vida lo que dice Jesucristo en la Parábola de los Talentos (Mt 25,14-30), y que, poniendo al servicio de Dios nuestros dones podamos multiplicar los frutos en el trabajo por el Reino de Dios.